lunes, 10 de noviembre de 2008

"Ceguera"



Sinopsis: Una extraña epidemia de ceguera asola todo un país. Un pobre hombre que espera en su coche frente a un semáforo es el primero en padecerla y a partir de entonces se extiende cada vez más rápidamente entre la población. Los afectados son puestos en cuarentena, pero resulta imposible contener la enfermedad y las calles acaban llenándose de ciegos que son víctimas de este inexplicable mal que consiste en una infinita ceguera blanca.

Ceguera (Blindness, EU-2008), de Fernando Meirelles, estelarizada por Julianne Moore, Mark Ruffalo, Gael García, Alice Braga y Danny Glover, es una de esas obras que puedes amar u odiar con la misma intensidad. La puedes amar porque plantea una situación terrorífica y existencial, en la que de la nada, casi toda la humanidad se queda ciega y entonces nos estrujamos emocionalmente y nos angustiamos. La puedes odiar porque posee esa parte didáctica de las obras de superación personal, y porque existen momentos sofocantes, resultados de un enorme vació, momentos en los que no pasa nada. No sé si habrá sido a propósito o no, pero la estrategia lejos de meterte más en la trama, genera aversión al hecho de encontrarse en una sala de cine.

En la cinta la vida como la conocemos se desvanece, el pánico y la inutilidad se apoderan de la sociedad y de pronto ésta deja de funcionar. Todo comienza de manera repentina cuando uno de los protagonistas pierde la vista mientras maneja, esto lo lleva a visitar un doctor para saber qué es lo que está pasando, pero al parecer los ojos del primero en quedarse ciego funcionan a la perfección, sin embargo, el paciente ve una intensa luz blanca y no ve tinieblas, como se supone que todo ciego debe ver. El segundo en perder la vista es el doctor que lo atendió, lo que podría indicar la existencia de una especie de virus que comienza a esparcirse.

Como medida preventiva, el gobierno somete a los nuevos ciegos a una larga cuarentena en lo que parece un campo de concentración, en donde comenzarán a gestarse juegos de poder y dominación. Afortunadamente para el doctor, su esposa parece inmune a los efectos de la ceguera (cosa nunca explicada en la trama, claro que sin esto no habría película), ésta decide acompañar a su esposo y finge ceguera, por lo que se convertirá en la guía de todos sus compañeros de encierro.

La película es cruda, oscura y el ambiente en que busca sumergirnos es deprimente y desgarrador. Con todo, la película no deja de ser interesante pero creo que es bueno advertir que a mucha gente no lo gustará, ¿por qué? Porque no hay razón del origen del problema ni una explicación final a lo sucedido, queda abierta a que el espectador, si así lo quiere, intente dar respuesta a lo que pasó.

Ceguera no es película para divertirse o pasar el rato, es para reflexionar un poco que como sociedad podemos ver, pero tal vez podríamos no percibir y padecer una ceguera que nubla y reduce el comportamiento humano.


Por: Nelly Granados

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