jueves, 6 de noviembre de 2008

Huye de "La Dama de Negro"



Arthur Kipps es un hombre que carga con el peso de haber vivido terribles acontecimientos en su juventud, y ahora recurre a John Morris, un director y actor de teatro para que lo ayude a contar su historia en el escenario. Ambos representarán la historia frente al público, en un supuesto ensayo. La historia que atormenta a Kipps es un cuento de fantasmas, donde el protagonista debe revisar los documentos de una anciana recién fallecida en la mansión solitaria y abandonada que era su residencia (en medio de un pantano). La dama de negro es una presencia que se aparece eventualmente al señor Kipps y lo persigue en la mansión y en el pueblo cercano, donde todos los habitantes eluden hablar de la maldición que azota los alrededores, misma que será desentrañada en los papeles que dejó la anciana.

La obra escrita originalmente por Susan Hill y adaptada por Stephen Malatrat está plagada de lugares comunes, recurriendo a todos los tópicos de las historias de horror que ya se consideraban artificiales en la literatura del siglo XIX y que sobrevivieron en las malas películas del siglo XX. Lo más interesante de la propuesta es el juego de realidades y narraciones: teatro dentro del teatro, donde los actores representan a dos actores que a su vez representan a varios personajes.

El montaje, a cargo de Rafael Perrín, quien también actúa en ocasiones, es efectista y en eso se basa su éxito: cuando hay que hacer reír, acude al sentido del humor simple, con buen timing, que permite explayar la simpatía de los actores. Cuando hay que generar suspenso, se hacen pausas largas, se camina lento, y la música subraya la tensión. Cuando llega la hora de los sustos... ¡Buh! un actor grita sorpresivamente, o se apagan las luces y aparece la dama de negro un segundo, con su traje de luto y su rostro cadavérico. Este juego inocente deriva, tarde o temprano, en momentos de humor involuntario.

Todo un referente del género dramático en el teatro de nuestro país. La puesta en escena recrea una atmósfera de suspenso y terror que acabará con tus nervios.
La única obra de terror en la cartelera Teatral de la Ciudad de México con más de 2700 representaciones y 14 años ininterrumpidos de asustar al público, lo que la convierte en la puesta en escena de este género con mayor duración en la historia del teatro en América Latina.

La Dama de Negro no sólo nació para espantar y difundir terror en el público, sino para crear un verdadero género de terror en teatro y fue así que Rafael Perrín, director de la obra, ha llevado a la puesta no sólo a disfrutar del espectro, sino además de hacer del teatro una cultura popular.

Este es un relato de las cosas paranormales que han vivido los actores en los ya 14 años que lleva la obra:

"Debido a que es una obra donde se maneja mucha oscuridad e invocaciones a lo desconocido, hay ocasiones en las que juro que yo veo a la actriz que hace a La Dama de Negro y no es ella, no está allí. En una ocasión durante la obra bajé las escaleras y le digo a La Dama de Negro, ¿Patty qué haces aquí abajo? y Patty estaba en escena y me preguntó ¿Qué rayos está pasando?", comentó Rafael Perrín.

Pero esta no ha sido la única experiencia de terror que ha vivido el elenco. Patty Perrin quien encarna a La Dama de Negro asegura haber sido llamada por su nombre: "Todos los actores hemos tenido alguna experiencia extraña. En una ocasión saliendo del teatro Renacimiento escuché a través de los ladrillos del teatro que decían 'Hola', hice caso omiso pero al día siguiente con el mismo tono de voz y justo antes de entrar a escena escuché mi nombre 'Patty' y es un espacio tan reducido que es ilógico que alguien me haya querido jugar una broma". Pero los actores no han sido los únicos que han salido con los 'pelos de punta' comenta Patty: "Han sido varios teatros en los que nos hemos presentado y en uno de ellos el velador, un señor ya grande, nos comentaba que por las noches veía a una monja y fue justamente Rafael quien la miró horas antes de que empezara la obra y le dijo al velador, ¿Por qué dejaste entrar a esa señora, si todavía no empieza la obra? y el señor río y le dijo 'es la moja', por lo menos yo ya me acostumbré a verla y en las noches hasta me acaricia mientras duermo". Los sustos no podrían ser tan perfectos si no existiera un sonido de calidad, mismo que fue diseñado en el extranjero, "El teatro cuenta con 16 bocinas inalámbricas ocultas en toda la sala, el audio es un sello característico en la trama de “La Dama de Negro", señaló Rafael Perrin.

Así mismo, Rafael Perrin recuerda que la gente también ha sido espantada sin darse cuenta, "Mucha gente después de que termina la obra siempre nos dice 'que actuación tan buena la del niño' y yo le digo, no señor, en la obra no participa ningún niño. Son comentarios que te dejan frío porque la gente asegura que durante la obra ven a un niño entre las butacas".

• Dirección: RAFAEL PERRÍN

• Actores: Juan Carlos Colombo, Odiseo Bichir, Rafael Perrín, Benjamín Rivero . (ALTERNANDO FUNCIONES)

• VIERNES 20:45hrs.
SÁBADOS 18:00 y 20:45hrs.
DOMINGOS 18:00hrs.

• Localidades: $250

• SINOPSIS:
Arthur Kipps ha vivido aterrado a partir de una experiencia con fantasmas que enfrentó en su juventud. Las terribles cosas que le han sucedido deben ser contadas ante un público que estará conformado por sus familiares y amigos. Entonces decide escribir el relato y buscar la ayuda de un escéptico director de escena, John Morris, para que le oriente hacia la adecuada interpretación de su texto, dándose cita en un viejo y abandonado Foro.
En el guión de Kipps, se encuentran involucrados todos los personajes que tuvieron que ver con su inolvidable experiencia. Para simplificar la historia y a fin de lograr que la trama resulte comprensible, el director propone a Kipps intercambiar roles: Morris dará vida a Kipps y se encontrará a los personajes secundarios de la obra, que van desde un simpático hostelero hasta un tétrico carretero, encarnados todos ellos por Arthur Kipps.
La historia va adquiriendo un tono más fuerte conforme se acerca el final, logrando que cada persona, desde su butaca, se paralice al imaginar un particular fenómeno de terror.

www.ladamadenegro.com


Por: Nelly Granados

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