martes, 9 de diciembre de 2008


El niño del pijama a rayas

La película es una adaptación de la novela del mismo nombre de John Boyne, un best seller internacional y un enorme éxito de crítica. Narra la fascinante historia de una inverosímil amistad entre dos chicos que viven a ambos lados de la alambrada de un campo de concentración.

Berlín, 1942 - Bruno tiene nueve años y desconoce totalmente el significado de la Solución Final y del Holocausto. No es consciente de las pavorosas crueldades que su país está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo lo que sabe es que su padre ha ascendido en su trabajo y que ha pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada en la que no hay mucho que hacer y sobre todo nadie con quien jugar. Pero todo cambia cuando conoce a Shmuel, un chico que vive una extraña existencia paralela al otro lado de la alambrada y que, como todos los que habitan allí, viste un uniforme similar a un pijama de rayas. La amistad de Bruno con Shmuel marcará el fin de su inocencia infantil. Sus encuentros secretos desembocan en una amistad cuyas consecuencias serán asombrosas y devastadoras.

Dura una hora y media, una duración muy ajustada para el tipo de historia que se cuenta, y eso la convierte en una lección de cine en cuanto a ritmo y precisión. Es cierto que le cuesta arrancar, pero el interés de la trama va creciendo de una manera asombrosamente fluida. Lo que le ocurre a los personajes al principio nos es indiferente, pero más tarde se enriquece, convirtiéndose en una espiral de sufrimiento y culpabilidad.

Bruno (Asa Butterfield) es un niño de ocho años que vive felizmente en Berlín. Su padre (David Thewlis) es un comandante nazi y su madre (Vera Farmiga) es extremadamente sobreprotectora y está secretamente en contra del Reich. El sueño de Bruno es ser explorador, se pone a investigar en los alrededores de la casa, excepto en una zona en la que le está prohibido hacerlo.

Las interpretaciones, sobretodo de los niños, Asa Butterfield y de Jack Scanlon (que encarna a Shmuel), son abrumadoras, y el resto del reparto no se queda atrás. Destaco a David Hayman y a Rupert Friend que exprimen los pocos minutos en los que aparecen. La película está dirigida y escrita por Mark Herman quien ha sabido dónde están los límites de la historia y ha amoldado ésta a una película sencilla, donde las actuaciones y la fotografía son importantes para subrayar la crudeza de lo que se cuenta.

El final es arriesgado y precipitado, se recalca el aura de pesadilla que se iba intuyendo desde el principio. Es el fin, el último punto de la curiosidad de Bruno. Llegar hasta el fondo de la cuestión. Al principio cree que el campo de concentración es una granja, y termina viviendo la manipulación de la información nazi y el terror de los prisioneros. Un gran final.

Sinopsis:
Durante la Segunda Guerra Mundial el exterminio judío y los terribles crímenes de los nazis horrorizaron al mundo. Bruno es un niño que vive muy cerca de esas atrocidades pero cuenta de ellas porque su padre, el comandante a cargo de un campo de concentración, lo mantiene alejado de esa realidad. Sin embargo y por azares del destino, Bruno conoce a un pequeño que vive del otro lado de la reja de su residencia: un niño que siempre viste un pijama de rayas. Entre los dos nace una amistad prohibida en medio de un conflicto que marcó a la humanidad profundamente.

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